Saul Hernández Rosales – Doctor en Estudios Culturales Latinoamericanos (Universidad Andina Simón Bolívar de Ecuador) Actualmente es visiting Scholar en Columbia University.

Aunque parezca un oxímoron hacer una internacional para acabar con la globalización, hace unos días, en los Estados Unidos y durante la CPAC (Conferencia de Acción Política Conservadora) se fundó una internacional que comparte este propósito. Es decir, una organización de líderes y presidentes de distintas partes del mundo occidental que están a favor de los nacionalismos y en contra de la globalización.

Milei y el evangelio del mercado

Luego de la presencia del presidente argentino en esta conferencia, queda claro que es inclasificable ideológicamente. Quizás por esa razón, dedicó una hora a hablar de teoría económica y del óptimo de Pareto haciendo énfasis en el enemigo común (el fantasma del comunismo). Milei defiende el libre mercado que Trump desprecia por ser pro-chino y Santiago Abascal denuncia por ser desindustrializador de España. Su teoría económica está más cerca de los globalistas (librecambista y transnacional) que de esta nueva alianza conservadora. Sin embargo, parece que la agenda cultural anti-despenalización del aborto (“provida”) sería el punto de articulación. Porque con respecto a la despenalización de las drogas y a la migración, Bukele y Abascal estarían en lugares antagónicos a los de Milei. De todas formas, mientras el presidente argentino se decide entre el judaísmo y el catolicismo, entre el monetarismo de Chicago y la escuela austriaca, es difícil entender su presencia en esta conferencia.

El mesianismo de Bukele

Si Milei dijo óptimo de Pareto hasta el cansancio, el estribillo predilecto de Bukele fue el de “milagro”. Durante su discurso, se despachó contra los periodistas, a los que acusó de ser marioneta de quienes lo financian. Apeló a la soberanía ilimitada de los gobernantes porque a diferencia de los burócratas internacionales, ellos sí son electos por el pueblo y denunció especialmente al magnate George Soros, del que se preguntó: “¿Quién eligió a Soros para que impusiera leyes y políticas públicas?

Habría que señalar que no deja de sorprender la recurrencia a las analogías médicas, al comparar a la sociedad actual con un cuerpo enfermo e incluso decadente. También hizo énfasis a los rituales satánicos que hacían los pandilleros que ahora están en prisión, como si no solo se trata de una guerra contra la delincuencia sino también entre Dios y el diablo. Evidentemente, él es el representante del primero. Por último, criticó el patrón dólar y la economía financiera, vaticinando una crisis económica global en los próximos años.  

El embeleco ideológico de Abascal y el orden restaurador

Sería el poeta Antonio Machado, el que diría, refiriéndose a las abstrusas reflexiones de Bergson aquello de “otro embeleco francés”[1]. El líder de Vox, Santiago Abascal hizo una disertación que podemos ubicar entre el embeleco y el disparate, en el que vinculó a la “cultura woke” con el comunismo, como si Stalin, Mao, Castro o Pol Pot hubiesen promovido alguna vez el matrimonio igualitario y las operaciones de cambio de sexo. Al mismo tiempo, hizo otra hipérbole ininteligible entre la migración ilegal, el tráfico de droga y la desindustrialización de occidente (vaya lío, tío). En lo que sí fue transparente, es en la descripción de los valores que los unen: “la patria, la libertad, la razón, la fe de nuestros padres, la familia, la soberanía, la democracia, la limitación del poder y la vida…sin la que no hay nada”. Al igual que Milei, él reiteró lo que todos podemos evidenciar: “tenemos muchas diferencias entre nosotros” y postuló lo que parece ser la síntesis de su propuesta restauradora: “Gritemos stop al descarrillado tren de la historia”.

Queda claro que lo que vincula a todos estos líderes judeocristianos, abstemios y anti-Naciones Unidas es el control del cuerpo de la mujer, la guerra contra las drogas y la restitución de un orden cultural tradicional, porque en términos económicos y sociales, Milei, Trump, Bukele y Abascal, tienen poco para compartir.


[1] Enrique Bergson: Los datos

inmediatos

de la conciencia. ¿Esto es

otro embeleco francés?

Este Bergson es un tuno;

¿verdad, maestro Unamuno?

Publicado en: https://saulhernndezrosales.substack.com/p/faire-barrage-a-la-migracion